Madrid no puede faltar en una despedida de año épica. Dejemos a los demás en la Puerta del Sol, como rezaba la canción de Mecano. Vayamos a un lugar en el que vivir un momento de ensueño. ¿Conocías el hotel más grande de Europa? A escasos minutos del centro de la ciudad, y prácticamente al lado del Aeropuerto de Barajas, Madrid Marriott Auditorium Auditorium es un destino indispensable. Excelencia, calidad y más de 20 años de experiencia avala a un hotel diferente que guarda un ‘delicioso secreto’. Su restaurante a la carta ‘Kalma’, toda una oda a los sentidos con un menú basado en producto de cercanía que sí o sí tienes que probar. Pero si quieres ir más allá y tener una cena de Nochevieja que recuerdes para siempre, junto al Teatro Real de Madrid existe un lugar donde el arte se come… ¡Y se escucha! Imagina una cena de gala y de fondo, las mejores voces líricas nacionales deleitándote en directo. Solo lo puedes vivir en El Café de la Ópera. Un espectáculo musical y culinario a partes iguales que jamás deja indiferente a nadie.

Si lo que te pide el cuerpo es un poco más de sur, ¡déjate seducir por Granada! La Alhambra, El Realejo, El Albaicín, un tapeo por La Chana y un paseo por la orilla del río Darro, hasta llegar al Hotel Dauro Premier, ese rinconcito en el que digerir el carrusel de emociones al que te somete la capital nazarí.

Y de Granada a Sevilla, que tiene más que un color especial. Tiene embrujo, alegría, vida y dos hoteles, América y Derby, situados en la plaza del Duque de la Victoria, en todo el corazón de la capital hispalense. Si no has brindado por un nuevo año lleno de alegrías en una terraza con vistas a toda la ciudad, es que no has vivido Sevilla como toca.

Como es posible que España se te quede pequeña, tal vez te seduzca la idea de visitar a nuestros vecinos portugueses. De norte a sur este país está repleto de rincones, experiencias e historias que van a dejarte sin habla. Escoge cualquiera de los hoteles del segundo grupo más grande de Portugal, Vila Galé, y deja que 2024 te sorprenda aún más, recibiéndolo en un coqueto